El Sr. Donald Trump, en abuso del poder que se le confiere como presidente de EEUU, una vez más incluyó a Cuba en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo. Una lista que encierra un carácter arbitrario, hegemónico, sin sustento legal a nivel internacional ni un probatorio argumentario que sustente tal decisión: simplemente la prepotencia de firmar una directiva ignominiosa.